El hormigón es gris, pero sólo en su composición original. El hormigón visto en la arquitectura puede ser rojo o amarillo o negro, es decir, puede presentar diversos colores con diferentes matices. El color es una característica esencial en el diseño de edificaciones y obras de ingeniería de hormigón visto: resalta la expresión y domina incluso el efecto de las fachadas y los espacios interiores, tanto si se realizan de hormigón in situ o como elementos prefabricados, de delgadas placas de fibrocemento o piezas decorativas. Para impregnar el color se utilizan pigmentos inorgánicos, que se añaden al hormigón durante el proceso habitual de fabricación. En el sec- tor de la construcción han probado su eficacia los pigmentos de óxido inorgánicos de alta calidad del grupo de especialidades químicas Lanxess. Un hormigón coloreado con estos pigmentos colorantes no sólo cumple con los diferentes requisitos estéticos y con los colores especiales requeridos para determinados objetos, sino que además contribuye a alcanzar los objetivos económicos y ecológicos de gran nivel técnico.