Los materiales que contienen cemento se emplean como materiales de la construcción desde hace unos 9000 años. Su composición, rendimiento y aplicación están sometidos a numerosos cambios. No obstante, a lo largo del tiempo el hormigón ha seguido siendo un material de construcción preferido en la industria de la construcción debido, principalmente, a los costes reducidos del material y de la técnica de construcción. Desde el punto de vista estático, en todo el mundo cada persona “consume“ más de 1 m3 de hormigón. La explotación de los yacimientos de materias primas naturales intensificó la concienciación de la industria de la construcción en materia de sostenibilidad. Según algunas estimaciones, cerca del 8 al 10% de las emisiones de dióxido de carbono se atribuyen a la industria de la construcción (producción de cemento y de acero, procesamiento de áridos, fabricación de hormigón, transporte, hormigonado, etc.).