La construcción de edificios con la técnica de prefabricados de hormigón es práctica y económica. La prueba de esta afirmación es el mero hecho de que exista la industria de los prefabricados de hormigón y los numerosos proyectos de construcción terminados con éxito con prefabricados de hormigón. Los prefabricados de hormigón se diferencian de los trabajos con hormigón in situ por una serie de aspectos. Los prefabricados de hormigón se deben unir entre sí para conseguir una estructura estable. Una estructura de prefabricados de hormigón consta de un conjunto de elementos prefabricados que tras una unión adecuada de los diferentes elementos constituyen una estructura 3D que soporta las cargas de la fuerza de gravedad y el viento (o incluso de los terremotos). Otra característica que presentan sola y exclusivamente los prefabricados de hormigón son los relieves decorativos verticales que se consiguen con los revestimientos de los encofrados, no siendo estos últimos otra cosa que encofrados para obtener una forma y un diseño. Nueva Zelanda es un país relativamente joven. Los europeos no comenzaron a poblar el país de forma significativa hasta el pasado siglo. Debido al aislamiento geográfico y a la carencia de tipos de construcción con arraigo tradicional que podrían haber sufrido un cambio, en Nueva Zelanda se adoptaron en poco tiempo sistemas de construcción con prefabricados de hormigón innovadores y hoy día gozan de una cuota de mercado relativamente alta. Algunos de estos innovadores sistemas de construcción, como por ejemplo la producción de prefabricados en la obra, así como las estructuras completamente pretensadas formadas por prefabricados de hormigón, en su adaptación a las condiciones específicas de Nueva Zelanda han desarrollado su propio estilo y carácter. A lo largo de los años se han desarrollado sistemas innovadores y únicos que han ayudado a impulsar la industria de los prefabricados de hormigón.
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