Cuando la calidad estética está en armonía, entonces lo nuevo junto a lo antiguo mantiene el sentido del respeto por los monumentos. El nuevo puente de hormigón pulido del castillo Großkmehlen, junto a Dresde (Alemania) se construyó con una versión histórica pero con una técnica actual de hormigón. Se puede reconocer como una construcción moderna junto a un edificio histórico. Y de este modo se armoniza lo que separan varios siglos: un castillo de 450 años de antigüedad y la más moderna tecnología de hormigón. La base de la coloración del puente es el cemento especial de color claro Optacolor del fabricante Lafarge.