Además de la prueba de las propiedades antides-lizantes establecida en las normas europeas con el péndulo de fricción, a escala nacional e inter-nacional se emplean otros setenta métodos para determinar esta propiedad. En general, las mutu-as de trabajo y las aseguradoras de accidentes siguen reconociendo sólo el método del plano inclinado. Las normativas que existen paralela-mente para fabricar las superficies de los suelos resistentes al deslizamiento dejan una situación legal poco clara y originan un aumento de los costes para los fabricantes que, en última estan-cia, llega hasta el usuario final. El siguiente infor-me presenta las posibilidades, pero también los límites, para reducir los costes de los ensayos y para optimizar las superficies de los productos de hormigón en lo que respecta a la resistencia al deslizamiento.