En Japón se encuentran muchos lavabos públicos. Están presentes en casi todos los lugares públicos como parques, estaciones, aparcamientos. Desde que el gobierno japonés prohibió en 1872 orinar al aire libre en Tokio, los lavabos públicos se han propagado como la pólvora. Pero debido a que generalmente fueron construidos en lugares escondidos siguen siendo considerados «oscuros», «sucios» y «escalofriantes». Para poder deshacerse de esta mala fama, las administraciones locales están realizando un gran esfuerzo en su saneamiento.