Teniendo en cuenta que la previsión de producción mundial de cemento para el año 2050 es de unos 6 mil millones de toneladas, surge la cuestión clave de hasta qué punto es posible sustituir el clínker por otros materiales. La proporción actual de cemento Portland se sitúa en torno al 24% y, como parte de esta evolución, debe reducirse a cerca del 10% para 2050. En este sentido, cabe señalar que los materiales compuestos potencialmente reactivos, como las cenizas volantes de carbón y la escoria de alto horno, están disponibles de forma limitada. En todo el mundo se producen unos 700 millones de toneladas al año de cenizas volantes y unos 300 millones de toneladas al año de escoria de alto horno. Sin embargo, ambos flujos de materiales están sujetos a considerables fluctuaciones coyunturales y estacionales. Además, ya hoy se prevé que su disponibilidad se va a reducir drásticamente en el futuro. En el caso de la escoria de alto horno, esto se debe a la transición que experimenta la industria siderúrgica hacia la reducción directa con hidrógeno, así como al aumento de las actividades de reciclaje. Por su parte, las cenizas volantes de carbón ya no estarán disponibles a largo plazo en cantidad suficiente, ni en una forma utilizable, como consecuencia de la eliminación progresiva del carbón en la industria y de la mejora en la eficiencia de los sistemas de depuración de gases de combustión [1].