Los superfluidificantes convencionales para hormigón, no importa de qué generación o materia prima base, funcionan principalmente a través de los mecanismos de acción "dispersión" y “repulsión estérica”. Todos los superfluidificantes existentes hasta la fecha muestran buenos resultados en cementos Portland, para los cuales fueron concebidos. Sin embargo, en cementos con tendencia a formar grandes placas de cristales, p. ej. de feldespato, rápidamente (a partir de 2 minutos desde que se añadió el agua), la función de muchos superfluidificantes se ve seriamente mermada. Los cementos que tienden a ese comportamiento son, entre otros, los cementos puzolánicos como el CEM II/A-P, el CEM II/B-P y especialmente los cementos CEM IV, cuando vienen de zonas puzolánicas “jóvenes” como las Islas Canarias, pero en parte también algunos cementos del alto horno o cementos compuestos. El superfluidificante Duroretard V5.48 de YaYa Materiales, S. L. U. parte de una forma de acción diferenciada y el periodo de desarrollo hasta que estuvo listo para la producción en serie fue de prácticamente 3 años.