El hormigón textil, como nuevo material compuesto, se caracteriza por elementos y piezas de trabajo de paredes delgadas. En el caso de los métodos de fabricación habituales, las fibras textiles se embeben en el hormigón mediante laminado, centrifugado o colado. Además para las medidas de refuerzo y de reparación, la proyección del hormigón sobre una armadura textil ya se ha consolidado. Estos métodos son extraordinariamente adecuados para aplicaciones únicas, pero, debido, por ejemplo, al elevado esfuerzo del encofrado, su uso para la fabricación en serie está limitado. Para este tipo de aplicaciones, la extrusión parece que representa una alternativa interesante. La extrusión ya se está utilizando con éxito en materiales de construcción monolíticos para fabricar secciones desarrolladas en gran número. Pero para las piezas solicitadas a tracción o flexión, especialmente de hormigón, se requiere una armadura adicional. La colocación de esta armadura y la comprobación de que existía una adherencia suficiente eran, hasta el momento, un impedimento esencial para establecer la extrusión en la fabricación en serie. En el presente artículo se describen los requisitos principales que se les plantean tanto a la mezcla de hormigón fino, como también a la forma geométrica de la boquilla, con el fin de poder fabricar con éxito elementos finos con armadura textil.
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