Revistas Especializadas para la Industria del Hormigón

A pesar de sus características positivas como material (reducido peso propio, buenas propiedades físicas, etc.), el hormigón ligero se utiliza muy poco como hormigón in situ en la edificación [1]. Una de las razones es que las condiciones y los requisitos de colocación y compactación son más complejos que los del hormigón normal. Los errores ópticos que conducen a problemas estéticos son bastante frecuentes y pocas veces dependen del procedimiento elegido o del nivel de experiencia del ejecutor. Un enfoque para solucionar este problema podría ser el uso de un hormigón ligero con propiedades autocompactantes (HLAC), que combina las ventajas de un hormigón ligero estructural (HL) con las de un hormigón autocompactante (HAC). El requisito previo es la productibilidad segura y, por tanto, una metodología de desarrollo fiable de un hormigón de estas características.