Algunos de los áridos utilizados actualmente contienen ácido silícico reactivo con los álcalis. Este puede reaccionar con el hidróxido alcalino disuelto en el agua intersticial del hormigón hinchándose y producción un gel de álcali-sílice. Esta reacción se denomina “reacción álcali-sílice” (AKR, por sus siglas en alemán) y puede ocasionar graves daños en el hormigón bajo determinadas circunstancias. La introducción por parte de la inspección de obras de la nueva Directiva sobre álcalis [5] y la nueva norma DIN 1045-2 [1] ha generado consecuencias de gran alcance en toda Alemania, tanto para los fabricantes de áridos y hormigones como para los planificadores de construcciones de hormigón y hormigón armado.